LA MÁQUINA DEL TIEMPO

Acércate y mira por la rendija: es el tiempo.

La capa de invisibilidad de las horas ha vuelto al escaparate y nadie puede comprarla.
Tampoco nadie tiene el valor suficiente para revelarse contra lo estipulado,
seguimos un camino de baldosas amarillas como en el Mago de Oz.

Aléjate,
te conviene,
vuelve dentro de un siglo,
a ver si todo sigue en pie.

Todos tenemos máquinas del tiempo dentro y hay tres tipos: del futuro, del presente y del pasado.

Algunos miran por la ventana del futuro y se proyectan a sí mismos,
otros sólo miran la del pasado y se quedan atrapados en las horas de imágenes muertas,
otros sólo corren en el presente olvidando que hay más tiempo a parte del futuro inmediato.

Yo,
sin parar de soñar el futuro,
anclada en recuerdos del pasado,
corriendo en las noches del presente
sin saber ni siquiera quién soy.

Ahora mismo,
si pudiese ver qué está por venir,
juro que no lo haría.


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