LIBERTAD CONDICIONAL

Que sepas que nunca olvido las veces que nos tenemos.

Estaba a los seis años encerrada en un coche: qué lejos queda Benidorm, aquel hotel rosa, los pitis a los 16 años en un callejón, beber whisky barato a los 15 y pensar que el mundo es una mierda: pero luego llegaba la realidad cubierta de optimismo, un nuevo futuro, un barco por zarpar cargado de libros en blanco.

Estaba atrapada y un día
desaparecí de golpe
y muchos ni siquiera se preguntaron
dónde estaba.

¿Queremos reinventarnos para dejar atrás quiénes somos de verdad o para encontrarnos por fin?

Queremos cambiar,
sentir,
crecer,
mientras que oscilamos entre el
ser,
estar
y
parecer.


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