gigante





Miré tus ojos. Pude ver el infinito introducido en ellos, pero no porque éste se hubiera posado en tus pupilas, sino porque quise ver lo que no había; y en tal deseo, alargué el tiempo y el espacio desmesuradamente hasta tirar líneas que llevaban a la eternidad; pero no porque la eternidad te rodeara como un aura, sino porque quise ver la infinitud del tiempo en tu forma de mirar;pero no por quererte, sólo por imaginarte, por querer ver un mar inabarcable en el iris de tus ojos; pero no porque fueras especial, sólo porque quise imaginarte diferente al resto y ver así algo distinto en tu manera de hablar; pero no porque me hubiese enamorado, sólo porque te inventaba, en bucle, inmensamente... igual de inmenso que como te imaginaba; pero no por obsesionarme, sólo por querer ganarme a mí a través de otro, por reencontrarme en todas las posibles dimensiones para retenerte; pero no porque te necesitara. Realmente no te necesitaba. Realmente sólo quería ver algo inmenso y me equivoqué viendo un universo en lugar de creerme tu vulgaridad; no porque mintieses, sino porque a veces, simplemente, las cosas sí que son lo que parecen.



Comentarios

  1. Me encanta lo que escribes y como lo escribes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabes lo que me emociona que me digan este tipo de cosas... muchas gracias :)

      Eliminar
  2. habla tu texto muy fielmente del autoengaño y de las decepciones, me ha gustado mucho. saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario