VIVIMOS EN UN MUNDO

Vivimos en un mundo en el que, tecleando dos palabras en internet, puedes ver cómo queman vivo a un hombre o a niños masacrados en poblados cristianos. Vivimos en un mundo en el que cientos de chicas son capaces de rebajar su autoestima al nivel del suelo con simplemente abrir la revista Vogue. Vivimos en un mundo donde las cúpulas del poder esconden la información a la cual toda la civilización tiene derecho. Vivimos en un mundo con partidos políticos ineptos a los que el propio pueblo pone en el poder a base de votaciones. Vivimos en un mundo en el que a muchos les importan más conversaciones de whatsapp que el hambre en el planeta. Vivimos en un mundo donde un cinco en un examen puede parecer una cuerda floja entre la vida y la muerte. Vivimos en un mundo donde realizan ablaciones a millones de niñas menores de cinco años en todo el mundo. Vivimos en un mundo con miles de personas en los corredores de la muerte en los países más civilizados, como Estados Unidos. Vivimos en un mundo en el que casi toda la población escucha música de lata y a abandonado el culto por la música clásica o los cantoautores que verdaderamente quien cantar poesía. Vivimos en un mundo donde se ven más fotografías de Facebook que de Robert Capa. Vivimos en un mundo donde te venden una bebida azucarada como si fuese destapar la pura felicidad. Vivimos en un mundo por el culto al espectáculo, al qué dirán, al qué pensarán, dejando atrás quiénes somos de verdad por un mero y absurdo miedo a la opinión ajena. Vivimos en un mundo donde la magia muere poco a poco. Vivimos en un mundo en el que el telediario es más duro que una película de guerra. Vivimos en un mundo en el que hace menos de un siglo una guerra acabó con 60 millones de vidas. Vivimos en un mundo en el que nos enfuchamos al televisor y donde hemos abandonado los libros de filosofía. Vivimos en un mundo cuyos poderosos políticos tienen curas de cánceres que no sacan a la luz porque no salen rentables. Vivimos en un mundo en el que millones de personas renuncian a sus sueños por un miedo capitalista al fracaso laboral. Vivimos en un mundo donde muere más gente de obesidad que de hambre. Vivimos en un mundo donde hay más culto por la violencia que por la belleza. Vivimos en un mundo en el que se ve más pornografía que películas de cine clásico. Vivimos en un mundo en el que nos enseñan a memorizar y no a pensar. Vivimos en un mundo donde los niños tienen que hacer esfuerzos sobrehumanos para no entrar en cólera al estar entre la vida y la muerte debido a las enfermedades mientras que otros desesperan por pesar más de 50 kilos. Vivimos en un mundo donde miles de personas mueren de ébola, pero tal enfermedad, aquí, se nos olvida en cuanto el último enfermo ha sido salvado.

El mundo es bueno, la naturaleza es sabia. Si el mundo está loco, es porque el hombre está enfermo; si el mundo estalla, es porque el hombre le arroja bombas; si el cielo se agujerea, es porque nosotros lo contaminamos; si el mundo está muriendo, es porque nosotros lo asesinamos. Nos creemos dueños del planeta, pero somos el cáncer que lo habita.

Pero aún me queda esperanza. Aún vivimos en un mundo en el que puede volver a brillar la estela dorada del ser humano. Aún hay personas que luchan por el cambio. Claro que no todos son culpables del error, claro que hay personas dispuestas a luchar contra las personas indispuestas. Vivimos en una burbuja, y fuera de ella está el mundo real. Y puedes pensar que recapacitar acerca de todo este horror es en vano; pero piensa, si todos tocásemos la burbuja con el pensamiento, ésta estallaría.

¿Estás dispuesto a renunciar a tu ignorancia por conocer lo que hay más allá de las fronteras, por doloroso que sea?

Piensa, revoluciona, proyéctate. El cambio está dentro de ti.