como si fuera poco

Quién me iba a decir a mí que un para siempre podía convertirse en un nunca más volveremos a vernos, que el silencio de mi habitación podría despertar escandalosos gritos del pasado, que una ventana podía llevar a la idea del vacío más absoluta. Ya ves, tú, lector, al que no voy a tratar de usted porque no debo ser cordial hablando de sentimientos como la rabia; a ti te digo: ¿cuántas historias has perdido por el camino sólo por creer que podías vencer? Jugando a ganar hemos vuelto a perder, aunque sólo porque el contrincante hacía trampas. 

Me deleito algunas tardes contemplando esos cristales que dejamos al romper las botellas del desamparo, esas que tragamos como posesos porque creemos que saciarán nuestra pena. Seguro que temes al futuro pero aún más al pasado porque bloquea algunos días de tu presente. Ya ves, pudo haber sido todo distinto, y te aseguro que podría haber sido, aunque parezca mentira, infinitamente peor. ¿A caso no ves las noticias? Quizá me equivoque y hable de más. Quizás entre esas esté tu historia. Sabemos que todo pudo haberse dibujado con otro grosor de línea pero, querido amigo, gran desconocido, las cosas fueron así y ahí fuera está el mundo y su perfume, mezcla de billones de voces, como si fuera poco...