REDES (piensa, vive, mira por el otro lado del telescopio y quiérete)

EGO, EGO, EGO.

Todos buscamos subirnos el ego, y ahí están las redes sociales para subírnoslo o, en contraposición, reducirlo. 

Ay, ¡ayer salí! Que todo el mundo se entere de adónde fui, con quién y qué bien lo pasé; me encargaré de subir a facebook 15 fotos que muestren la cantidad de amigos que tengo; claro que, todo esto, lo maquinaré desde mi ordenador, sola , en una silla, mientras que mis amigos de verdad los podré contar con los dedos de una mano e ignorando que a nadie le importa con quién salí ayer. 

De verdad, ¿Unas vacaciones son eso? ¿Gritar cada paso que di en cada sitio? ¿De verdad que un fin de semana es una muestra de vida social en una ventana llamada "álbum de fotos de facebook"? Nos estamos alejando de la vida real, de las emociones de verdad. Me parece muy triste que tengamos que hacer notificación de nuestros actos ante ojos ajenos.

Oh, voy a meter tripa ante el espajo y a subir una foto de mi espectacular cuerpo; claro, que, si no llego a los cien "me gusta" igual me amargo el día; ay, me he visto bien ante el espejo, voy a subir una foto para que los demás vean lo bien que estoy hoy. Eso es el autoestima de mucha gente. Y peores son aquellos de ego minúsculo que siguen a mil personas para que les sigan de vuelta y luego les dejan de seguir, todo ello pulsando teclas con el pulgar en una pantallita mientras el mundo real está ahí fuera con personas REALES (ojo) que conocer. Todo pasa a nuestro alrededor mientras nos ponemos un disfraz en las redes sociales, mientras nos esforzamos en dar una imagen constante, creemos que alguien es mejor que nosotros por tener más seguidores.... bueno, digo creemos, pero gracias a dios no todo el mundo tiene ese barómetro de la realidad. ¿Cuándo vamos a despertar? mientras diseñamos la opinión que los demás tendrán de nosotros eligiendo qué poner en nuestro perfil de facebook nos estamos olvidando de alimentar nuestra mente para crearnos de verdad a nosotros mismos.

Estoy mal: frase a twitter; estoy pedo: frase a twitter; estoy de fiesta con Peter: frase a twitter; estoy haciendo pis: frase a twitter.

¿Dónde queda la valiosa privacidad de uno mismo? ¿Qué necesidad hay de que todos conozcan paso a paso nuestras vidas? ¿Por qué nuestro autoestima depende de cuántas puñeteras veces la gente que no nos importa le de a un absurdo "me gusta"? Basta ya.

Todo esto es patético. Incluso yo he participado de ello, por supuesto que sí, igual que la mayoría, por eso sé el vacío que conlleva. Claro que no todos usan las redes sociales por estas razones, por supuesto, este texto va para quienes sí lo hacen. Y no por meterme con nadie, sólo para hacer pensar, porque éso es lo que hace falta, que la gente use más la cabeza.

Deberíamos saber reír más sin beber alcohol; deberíamos poder imaginar mundos más allá de éste sin la necesidad de meternos drogas; muchos deberían saber que las grandes emociones, el relax o los grandes pensamientos no surgen si sólo fumamos un porro, y mucho menos la paz interior se consigue sólo con eso; deberíamos leer más y dejar de ver tanta mierda en internet; deberíamos salir a vivir la vida y ver las cosas con nuestros ojos y no con la cámara de un teléfono; deberíamos sonreír al espejo y no a una pantalla; deberíamos decir "te quiero" cuando es de verdad y no a todo el mundo para mostrar un afecto falso.

La vida real está ahí fuera. Dentro de treinta años (qué digo: cinco) nadie recordará quién eres por tu actividad en las redes sociales, sino por la huella que dejaste en ellos. Y eso mismo critico: hay tantas cosas que hacemos sólo por el qué dirán que al final no tendrán nada que decir de nosotros.