GANAS

Noches por Madrid, de la mano sin tocarnos.

Viajar más allá de lo imposible sólo en sueños y luego volar en la realidad impronunciable.
Tengo ganas de dejar caer el telón para por fin besar la verdad a nuestros pies,
el deseo en nuestros labios. Tengo ganas
también
de huir lejos, sólo a veces, pero luego pienso en Madrid
y me quedo en su orilla de asfalto
sólo por soñarte, por soñar la vida, por amar la noche,
recorrer los días.

Tengo ganas de tenerte
de rendirme en mis propios sueños
de quedarme por siempre en la deriva del mar que lleva tu nombre
de beber todas las copas que me hagan olvidar los ojos huecos del pasado
de ver todos los trucos de magia que prometan un futuro mejor
tengo
ganas
de todo
porque hubo un tiempo
en que no tuve ganas de nada.
Que no todo era blanco o negro. También había azul.
Que no es todo o nada. También está la incógnita
que lleva tu nombre.